El beso más antiguo registrado tuvo lugar en Mesopotamia hace 4.500 años, 1.000 años antes de lo que se pensaba.
El íntimo contacto de labios entre dos personas, besarse, podría haberse originado mucho antes de lo que se pensaba anteriormente. Los científicos han destacado la evidencia que sugiere que los besos ya se practicaban en algunas de las sociedades mesopotámicas más antiguas y han aparecido referencias en textos antiguos que se habían pasado por alto. Ahora, en un nuevo trabajo publicado en la revista Science, los investigadores del British Museum han revelado que el registro más antiguo de besos románticos de la humanidad se remonta a unos 4.500 años de antigüedad en el antiguo Medio Oriente.
Los investigadores encontraron evidencia de besos en tablillas de arcilla de la antigua Mesopotamia, en lo que actualmente es Irak y Siria. Los primeros textos en lengua sumeria sugieren que besar podría haber sido una actividad poscoital, esto es, que se disfrutaba después del sexo.
"En la antigua Mesopotamia, que es el nombre de las primeras culturas humanas que existieron entre los ríos Éufrates y Tigris en los actuales Irak y Siria, la gente escribía en escritura cuneiforme en tablillas de arcilla", explicó Troels Pank Arbøll, coautor del estudio. “Muchos miles de estas tablillas de arcilla han sobrevivido hasta el día de hoy, y contienen ejemplos claros de que besarse se consideraba parte de la intimidad romántica en la antigüedad, al igual que besarse podría ser parte de las amistades y las relaciones familiares”.
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