sábado, 12 de noviembre de 2016

Haber: Alice Neel (Tuberculosis). Vamos a ver...



El retrato fue el género escogido por la pintora americana Alice Neel, para interesarse por aquellos aspectos psicológicos y sentimentales de sus más allegados. Los protagonistas solían ser personajes extraídos de los círculos culturales o de amistad más próximos al artista; ambientes en los que siempre se encontró cómoda de acuerdo a un estilo de vida muy lejos de los típicos convencionalismo sociales de la época. 

Sus retratos carecían de cualquier adorno, paisaje o espacio cerrado que pudiera distraer la atención del espectador, de la mirada del retratado. De esta forma, el aspecto psicológico y sentimental cobraba una gran fuerza entre los protagonistas de sus retratos, creando la artista un universo personal que se caracterizaba por la relación directa entre el espectador con el retratado, cuya mirada y expresión son el fiel y vivo reflejo de su propia angustia vital. Y todo ello, en parte debido a la agitada vida personal de la pintora, que contribuyó de forma indiscutible a una concepción de entender la pintura de una manera muy particular. Su turbulenta vida afectiva, la pérdida de un hijo a temprana edad, un intento de suicidio, y los apuros económicos, que siempre estuvieron presentes en su trabajo, son el fruto de una mirada nada amable y poco compasiva hacia el mundo que la rodeaba.


En este sentido, uno de sus retratos más famosos y más comentados, es el que representa al músico de origen portorriqueño, Carlos Negrón, músico de origen portorriqueño, víctima de una infección de tuberculosis a una temprana edad. En este tipo de situaciones, los afectados por la infección tenían que ser internados en centros especiales para lograr su curación. Hospitales con amplios espacios, para dificultar la diseminación del bacilo tuberculoso, reposo y una buena alimentación, eran las condiciones más favorables para conseguir la recuperación del enfermo. (Más)

Su obra está compuesta en gran parte por retratos de hombres y mujeres de la vida artística de Nueva York. Algunos retratos de familia y varios autoretratos, uno de ellos, el último, mostrándola a ella desnuda con ochenta años sobre un sillón sosteniendo un pincel y un paño blanco. Neel estaba consciente de la importancia que el cuerpo tenía en sus pinturas. A menudo exhortaba a sus modelos para posar desnudos, o semidesnudos. En muchos de los retratos de mujeres comunes, Neel explora las vicisitudes femeninas (muchas de las cuales ella experimenta), como la violencia doméstica, el abuso infantil y la pobreza. Crea esta obra mucho antes que elfeminismo creciente dirigiera la atención a estos temas. Es una de las pocas artistas que permanece en la figuración, aún cuando la cultura del arte cambia en la década de los setentas del expresionismo abstracto al realismo y finalmente al minimalismo. 

Actualmente Neel es considerada no sólo una gran retratista, sino una cronista detallada de su tiempo y su vida, de un siglo turbulento que ella vivió con la misma intensidad.(Más)



Recientemente en Ateneum (Helsinki)
Alice Neel Painter of Modern Life

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