Cuenta que el Hospital Universitario de Burgos fue, en buena parte, el causante de que terminara en Talavera de la Reina abriendo una boutique erótica -«que no sex-shop», según puntualiza- en la que vende desde hace unas semanas el denominado Lancero de Talavera, que no es otra cosa que un consolador que mide sus buenos 21 centímetros de altura y otros 10 de diámetro y está adornado con la greca típica que ha hecho famosa en el mundo entero a la cerámica de la zona. Y es que Héctor Valdivielso se trasladó a la capital de Castilla-La Mancha porque su pareja lo hizo obligada por la empresa en la que trabajaba, que digitilizaba las historias clínicas del HUBU y que cambió de ubicación. Cuando, finalmente, se quedó en el paro ambos optaron por poner un negocio. Así surgió Non Sit Peccatum (No Es Pecado) una tienda de objetos vinculados a la sexualidad.
«Un día medio de cachondeo surgió la posibilidad de vender un consolador hecho de la cerámica típica de la tierra pero no encontraba quien me lo hiciera, todo el mundo me ponía pegas. Hasta que apareció el escultor Ernesto Yáñez, que se ofreció a hacerlo», explica, Valdivielso. Con el asesoramiento de la sexóloga Verónica Arrogante que pasa consulta una vez a la semana en la tienda (esta opción es una de las diferencias que Non Sit Peccatum tiene con un sex-shop, señala; otra, que no vende pornografía) se consiguió una pieza la mar de aparente.
«Es una alternativa ecológica a otros juguetes eróticos de plástico o de silicona porque está fabricada con materiales naturales y reciclables y pintada con productos sin plomo y con antialergénicos; además, está hueca y se puede llenar de agua caliente o fría, según la sensación que se quiera experimentar», añade. Más ventajas: este dildo es más higiénico porque solo necesita lavarse con agua y jabón y no hervirse o esterilizarse como otros y debido a que no tiene poros elimina todo riesgo de infección. Lo que sí recomienda Valdivielso es que se utilice con lubricante para evitar lesiones aunque remarca que no hay peligro de que se rompa porque está hecho de un material que tiene una alta resistencia.
De momento solo ha vendido dos, lo que achaca a su precio nada barato, 56 euros, pero confía en que con la promoción que está teniendo (todos los medios de comunicación se han hecho eco de este singular juguete que mezcla el sexo y la tradición) la cosa empiece a arrancar.
El Lancero de Talavera se puede personalizar según las necesidades y los gustos de cada cliente y su promotor tiene la intención de exportarlo más allá de las fronteras castellanomanchegas.
(Ver)
Ver también:
14 de febrero "Its a lovely day"...
No hay comentarios:
Publicar un comentario