sábado, 13 de febrero de 2016

Lifestyle drugs: Pongamos, por ejemplo, que hablo de...Katovit


Históricamente, el Katovit –elaborado con componentes anfetamínicos y «usado durante años por miles de universitarios en España», según el catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense (UCM) Jesús Pintor– era el producto estrella utilizado como potenciador para alcanzar la excelencia. 

«Era una poderosa pastilla que te daba fuerzas para hacer aquello que quisieras», explica. «Te daba el coraje, la estimulación y la motivación necesaria para realizar cualquier cosa», relatan abiertamente en los foros de internet quienes solían consumir esa droga, pensada en un principio para personas con Alzheimer o demencia senil. Pero «los estudios sobre el producto en la Fase 4, cuando ya se está comercializando, revelaron que tenía efectos adictivos no deseados», explica Pintor, y tuvo que ser retirado del mercado por el Ministerio de Sanidad en 2011. 

 Hoy en día, las sustancias que le han tomado relevo al Katovit están sometidas a un estricto control. Sin embargo, el riesgo está en que algunos de los potenciadores cognitivos que los estudiantes consumen son medicamentos destinados al tratamiento de trastornos de hiperactividad y déficit de atención (TDAH) o la esquizofrenia, entre otras enfermedades.
   
Ver:
Dopaje universitario: el Orfidal sustituye a las anfetaminas contra la angustia en época de exámenes/
Tatiana Márquez El Mundo 27.1.16



 
 

Lifestyle drug is an imprecise term commonly applied to medications which treat non–life-threatening and non-painful conditions such as baldness, impotence, wrinkles, erectile dysfunction, or acne, which the speaker perceives as either not medical problems at all or as minor medical conditions relative to others. 
It is sometimes intended as a pejorative, bearing the implication that the scarce medical research resources allocated to develop such drugs were spent frivolously when they could have been better spent researching cures for more serious medical conditions. Proponents, however, point out that improving the patient's subjective quality of life has always been a primary concern of medicine, and argue that these drugs are doing just that. It finds broad use in both media and scholarly journals. (Más)

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