domingo, 5 de abril de 2015

JAPON: Kanamara Matsuri / ‘Festival del falo de acero’


En el siglo XVII, la vida de las prostitutas en Japón se complicó terriblemente. O al menos eso aseguran varias fuentes históricas. Se multiplicaron las enfermedades de transmisión sexual de manera alarmante, la sífilis corría por las cuatro islas como si fuera agua y todo el mundo era plenamente consciente de que aquello sólo lo podían detener los dioses (a falta de conocer un sistema más evolucionado y científico de prevención de las ETS). Así que las cortesanas alzaron sus plegarias y pidieron protección contra el mal que, paradójicamente, transmitía el símbolo universal de la fertilidad. O sea, el pene. 


Así, la plegaria se convirtió en pequeño rito, el rito en tradición, y la tradición finalmente en atracción turística. Cada año, en la localidad nipona de Kawasaki, se celebra un festival llamado Kanamara Matsuri que ha perdido prácticamente toda su conexión con las raíces ancestrales del rezo por la salud de las lumis y que basa su fortaleza —o vigor eréctil— en el turismo. Se le conoce también como el ‘festival del falo de acero’ —porque es el único miembro viril, que tiene nombres mil, capaz de forzar la resistencia mortal de su sexo archienemigo, la vagina dentada—, y es uno de los pocos eventos mundiales —hay otro en Tyrnavos, una localidad griega de nombre muy apropiado—, dedicados a celebrar, consagrar y jalear las virtudes de un pene en erección, con lo que eso simboliza: fecundación, vida, dominación y placer. 

 Cada año, el Kanamara Matsuri se convierte en una romería en la que la gente porta grandes figuras de penes tiesos, como si fuera una mezcla entre las Fallas y una procesión de Semana Santa. Todo gira alrededor del falo: los ritos, el merchandising (pollas de helado, de metal, de madera, de plástico, para todo tipo de consumos), incluso la fiesta, aunque no hay constancia de que aquello acabe como el carnaval de Rio de Janeiro. Como detalle solidario, el festival destina los fondos recaudados para donarlos en beneficio de la lucha contra el virus del sida. (Más)

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