lunes, 9 de marzo de 2015

Paracetamol y agua, !no te jode!



Y es que hay cosas sencillas —se entiendan o no—, como un chiste, que tienen más enjundia de lo que parece. Ocurre lo mismo con el paracetamol, que es la gran medicina del siglo XXI, heredera, por lo visto, de la no menos sencilla aspirina



«Paracetamol y agua, ¡no te jode!». 

Un camarero se quejaba de que su médico le había recetado paracetamol y agua para liquidar esa gripe tan horrorosa que tenía. Estaba indignado. Él creía que su importante malestar requería para su erradicación de terapias más sofisticadas. Nos pasa a todos, que no admitimos con facilidad que problemas complejos puedan tener soluciones sencillas. ¿Puede contener un chiste más filosofía que un tratado de Wittgenstein o que un editorial de un periódico? Pues quizás. Yo creo —y voy por la tercera gripe del invierno— que el ibuprofeno se ha inventado para callar la boca de quienes piensan que una buena medicina tiene que tener un nombre impronunciable. Hasta que a mi portera no le recetan «Irufropano», como ella dice, ni se tranquiliza ni se cura. (Más)

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